Cuando él la besaba, ella cerraba los ojos y veía un castillo.
Al principio, sólo veía las murallas exteriores, pero poco a poco, conforme los besos se hacían más intensos, empezó a conocer el castillo por dentro.
Ana Marín
miércoles, 4 de febrero de 2009
CASTILLOS
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario