miércoles, 4 de febrero de 2009

PÉRDIDAS

La primera vez, perdí el ombligo. Fue a las dos semanas de nacer y mis padres, en lugar de asustarse y preocuparse, que hubiera sido lo suyo, lo celebraron abrazándose y guardando mi pequeño apéndice como si fuera un trofeo.
Xavi Lorente

No hay comentarios: