Aún no había amanecido cuando se abrió la puerta del compartimento. Susan, desvelada, se incorporó al oír el ruido. El hombre la miró durante un instante. Una mueca de sorpresa se le dibujó en el rostro. Ella la interpretó como una sonrisa y le correspondió. Sin embargo, él le dio la espalda y dejó el maletín en el asiento.
Raül Jiménez
miércoles, 4 de febrero de 2009
UN HOMBRE IMPORTANTE
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario